El pasado día 21 de junio organizamos con nuestros amigos del Club Pirineos del Roncal nuestra segunda salida conjunta, pero esta vez de Garde a Ansó.
Antes de llegar a Garde, ya nos estaban esperando en el entradero de la pista de Garanbuzea. Allí nos juntamos todos, unas cincuenta personas, y sobre las nueve comenzamos a andar.
Tras doscientos metros de carretera, cogimos el camino de subida hacia la ermita.
A la llegada a la ermita de Zuberoa, y cuando estábamos todos reunidos, Marcos nos explicó la historia de la misma, y pudimos deleitarnos con su encanto: su impresionante alero, sus retablos, sus pinturas,...
Llegando al límite de ambos pueblos, confirmamos todos la gran suerte que tenemos de vivir en este territorio y poder disfrutar de estas privilegiadas vistas que no se pueden ver desde Zaragoza.
En la punta o Forato dimos cuenta del merecido almuerzo después de la subida, tomando el sol, pero sin calor porque aquí siempre corre el aire.
Bajando por el cerro Calveira, vemos a lo lejos unas hermosas vistas de Ansó.
Todo el recorrido que discurría por el término de Ansó estaba señalizado, lo que permitió que cada cual bajara a su ritmo, pero sin pararse a mirar las usoneras.
En la llegada a Ansó nos esperaba en el merendero de la fuente alta una merecida recompensa: migas, carne a la pastora y melocotón con vino.
Tras una larga sobremesa, no exenta del buen pacharán, nos despedimos de nuestros amigos del Club Pirineos Del Roncal, emplazándonos para el año que viene.
La andada estuvo genial aunque se me hizo mas pesada por este lado que el año pasado. La ermita me encanto, y la carne Fernando estaba riquisima que ya sabes tu que no me van mucho a mi estos guisos jajajajajaja Al año que viene mas, y mañana pa la Paquiza.
ResponderEliminarLa verdad es que la ermita nos sorprendió a todos por su belleza. Se te haría más larga porque estás desentrenada. A la Paquiza ya has subido más sobrada. Tanto la carne como las migas fue un éxito. Fue un gran día.
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